EL CAMINO DEL GUERRERO COMO UN PARADIGMA FILOSÓFICO-PRÁCTICO

EL CAMINO DEL GUERRERO COMO UN PARADIGMA FILOSÓFICO-PRÁCTICO

Em cada uno de nuestros diários se discutirá una premisa del camiño del guerrero

SOMOS PERCEPTORES. De acuerdo con lo que don Juan enseño a sus discípulos, esta es la primera premisa del caminho del guerrero. Parece ser uma afirmación tautológica: una reafirmación de lo obvio; algo así como decir que un hombre calvo es alguien que no tiene pelo. Pero lo que tenemos aqui no es algo tautológico. En el mundo de los chamanes esto se refiere al hecho de que somos organismos cuya orientación básica es percibir. Somo perceptores, y esto, de acuerdo con los chamanes, es la única fuente desde la cual podemos estabelecer nuestra estabilidad y obtener nuestra orientación en el mundo.

Don Juan Matus explicaba a sus discípulos que como organismos, los seres humanos realizan una maniobra estupenda que, desgraciadamente, le da una fachada falsa a la percepción. Los seres humanos toman el flujo de energia pura y lo convierten en dados sensorios que interpretan seguiendo un sistema estricto de interpretación que los chamanes llaman la forma humana. Este acto mágico de interpretar energia pura produce la falsa fachada: nuestra peculiar convicción de que nuestro sistema interpretativo es todo lo que existe. Don Juan explico que un árbol, tal cual como nosotros conocemos árbol, es una cuestión más de interpretar que de percibir. Decia que para tratar con un árbol, todo lo que necessitamos es un vistazo superficial que no nos dice casi nada acerca de éste. El resto es un fenómeno que él describía como llamar al intento: el intento de árbol, es decir, la interpretación de dados sensorios pertenecientes a este específico fenómeno que llamamos árbol.

Y como este ejemplo, para nosotros el mundo entero está compuesto de un repertorio interminable de interpretaciones en el que nuestro sentidos juegan un papel mínimo. En otras palavras, sólo nuestro sentido visual toca el flujo de energía que es el universo, y lo hace unicamente de manera mínima. Los chamanes aseguran que la mayoría de nuestra actividad perceptual es interpretación; sostienen que los seres humanos son la clase de organismos que necesitan un mínimo estímulo de percepción pura para poder crear su mundo, o que perciben sólo lo suficiente para servir a su sistema de interpretación. Asegurar que somos preceptores es una tentativa de los chamanes de impulsarnos de nuevo a nuestro orden, de impulsarnos de nuevo a lo que debiera ser nuestra posición original: percibir.